Soñé que disimuladamente me acercaba a su rostro,
convirtiendo mi corazón en vagabundo del silencio,
esperando un momento,
asi sea uno insignificante,
y en mi mano izquierda un jardín de rosas, que yo pensé regalarle.
Soñé que sus ojos al fin me concedieron un permiso,
y pude al fin conocerle los secretos y lo que escondía en sus abismos,
no pude contenerme y de a poco, era un mar callado,
porque sus olas habían partido a buscarla aquel día nublado.
Soñé que no quería despertar pues me aferraba a la última promesa,
y tuve la sensación que ella también dormía apropiándose de mi hombro,
suyas eran las alas que me llevaron a reconocer que existía un cielo,
y al fin escuché el sin fin de latidos que muchas veces se negaron a ser míos.
Soñé que no despertaría,
y que al fin con ella me quedaría,
pero desperté con una foto de la nostalgia,
y con su lado vacío, pues ella ya había partido.
©ricardo_felipe
Ella no partió,se quedó enredada en la brisa que llega a tu cara,buscando la luz de tu mirada,,se quedó en el roció ,y en cada rayo de sol que te regala ..cada mañana..
ResponderEliminar..esta envuelta en tus sabanas blancas,y las huellas de un te quiero,marcado tu almohada!! huellas que siguieron el camino de pétalos,dejados por tus rosas,para llegar a tu alma.. !!!
Hermosas letras nos regalas..Poeta!!
Dejando mis huellas, en este tu espacio de versos y prosas!!!