Estabas ahí,
yo estabas allí,
y estabas tan bella…
Que nada te dije.
Es que a veces el silencio lo llena todo,
como todo se alimenta con un suspiro mudo,
estabas cerca,
yo estaba cerca,
te podía haber besado,
pero nada te hice.
!Ay! Mi princesa,
cómo caminas deshojando margaritas,
estabas mirándome,
yo estaba que te miraba,
podía abrazarte,
pero no lo hice.
Y es que somos dos gotas que aún no han formado un mismo riachuelo,
tú tienes tu cauce,
yo tengo mi cauce,
sin embargo estabas tan contenta,
que yo no quize interrumpirte.
Pero te quiero porque no te lo digo,
y no te lo digo porque tú sabes que te amo,
estás tan linda,
yo estoy delante,
tengo en mi horizonte una promesa,
que se resume en un corazón para amarte…
©ricardo_felipe
